Boletin Anpact abril 2013
Abril fue un buen mes para las ventas del auto-transporte. Fue el mejor abril de los últimos cuatro años, con 3,056 unidades comercializadas, además de registrar las ventas más altas en lo que va del 2013.
Así, cerramos el primer cuatrimestre del 2013 con 11,314 vehículos colocados en el mercado, lo que nos da el mejor trimestre desde el 2010. Estos números son alentadores. Hablan de una industria fuerte, con capacidad de innovar y adaptarse a los requerimientos de clientes y usuarios. No obstante, aunque los resultados en lo general son positivos, es indispensable analizar la composición de los mismos para detectar las oportunidades y amenazas de nuestra industria.
Y de esta revisión profunda destacan varias situaciones importantes. La primera de ellas es la desaceleración de las ventas de vehículos de carga, con una serie de altibajos en lo que va del año. La segunda es la caída del segmento camiones, que en el primer cuatrimestre de este año experimentó un retroceso de 8.3% con relación a las ventas presentadas en ese mismo periodo del año pasado. Situación que se explica por el comportamiento negativo de las ventas de vehículos clase 4 durante el primer cuatrimestre del 2013 que, en comparación con las registradas en ese mismo periodo del 2012, representan una caída del 42.9% al mayoreo y de 33.2% al menudeo.
No debe perderse de vista que los camiones clase 4, son los que comúnmente mueven mercancía al interior de las ciudades, lo que habla de una tendencia en el comercio interior que merece consideración aparte.
El otro gran tema, que hemos venido resaltando desde inicios de año, es el del descenso de las exportación y su impacto en la producción de unidades en territorio nacional.
En lo que va del 2013 se han exportado 20,727 unidades, a diferencia de las 29,427 que se enviaron al extranjero en este mismo periodo del año pasado, lo cual representa una disminución cercana al 30% de las exportaciones.
Lo mismo sucede con la producción que, ante la disminución de la demanda de mercados extranjeros, principalmente de los Estados Unidos de América, ha disminuido sus números de manera prácticamente pro- porcional a la caída en las exportaciones.
Esto nos lleva a resaltar, una vez más, la necesidad de fortalecer el mercado nacional que, como puede observarse en las ventas de vehículos pesados del primer cuatrimestre de este año, tiene un enorme potencial que con las políticas públicas adecuadas, puede amortiguar el impacto de la disminuida participación del mercado externo en la industria del autotransporte.
Políticas y programas de estímulos para la adquisición de nuevas unida- des y para el impulso a la chatarrización, así como la aprobación de reformas legales que restrinjan la entrada al país de vehículos chatarra, dado el incremento desmedido de la importación de unidades usadas que no sólo ponen en riesgo la seguridad de los conductores y de las carreteras, sino que atentan en contra del empleo y la economía nacional.