- Ventas de autobuses para transporte foráneo cayeron 90.0% a un año de la pandemia.
- Para reactivar la industria de vehículos pesados, es crucial la consistencia normativa de la NOM-044 con la certeza energética del suministro de Diésel Ultra Bajo Azufre (DUBA): Miguel Elizalde.
- Para lograr la recuperación económica es indispensable remover los obstáculos y la incertidumbre para la industria, tanto para productores, transportistas y distribuidores.
Ciudad de México a 9 de marzo de 2021. La Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT), informó que, durante el mes de febrero del presente, las ventas al mayoreo de vehículos pesados registraron un total de 1,880 unidades, que comparadas con las 2,048 vendidas durante el mismo mes del año anterior, representaron una disminución de 8.2%.
El rubro más afectado, fueron las ventas de unidades destinadas al traslado de pasajeros, que cayeron 23.5% en febrero de este año con respecto al mismo mes del año anterior. En el caso de específico de las ventas de autobuses para transporte foráneo, cayeron 90.0% en el mismo periodo.
Las ventas acumuladas al mayoreo de vehículos pesados durante el primer bimestre sumaron un total de 3,970 unidades que, comparadas con las 3,623 comercializadas en el mismo periodo de 2020, significan un crecimiento de 9.6%. No obstante, las ventas al mayoreo acumuladas de autobuses para transporte foráneo registraron una caída de 91.6% durante el periodo mencionado.
Al respecto, Miguel Elizalde, presidente ejecutivo de ANPACT, comentó que “si bien hay señales tenues de recuperación en las ventas acumuladas al mayoreo de vehículos de carga, las ventas de vehículos de pasajeros —particularmente los autobuses para transporte foráneo—, presentan números significativamente negativos. Para reactivar este sector, es crucial que existan los incentivos correctos y consistencia entre los requerimientos que establece la norma NOM-044 de SEMARNAT con la disponibilidad real de Diésel Ultra Bajo Azufre (DUBA) en todo el país, es decir que haya certeza energética, de lo contrario no habrá renovación vehicular.”
En lo que respecta al mercado externo, ANPACT informó que durante el mes de febrero de 2021, se exportó un total de 8,907 unidades de vehículos pesados; que comparadas con las exportadas en el mes febrero de 2020, significan una disminución de 15.2%. Durante el primer bimestre de este año, se registraron un total de 19,907 unidades exportadas, que comparadas con las 22,165 enviadas al exterior en los dos primeros meses del 2020, significan una caída de 10.2%.
Asimismo, la producción de autobuses, camiones y tractocamiones observó durante el mes de febrero de 2021, un decremento de 19.0% respecto al mismo mes del año anterior, lo que implica una reducción de 2,392 unidades producidas. Durante el periodo que comprende enero y febrero de 2021, la producción de vehículos pesados retrocedió 13.6% comparada con el mismo periodo del año anterior, lapso en que se produjeron 26,340 unidades.
Al respecto, Miguel Elizalde, presidente ejecutivo de la ANPACT, subrayó que “el mercado de vehículos pesados es un termómetro de la recuperación económica, ya que los vehículos fabricados por las 14 marcas asociadas a la ANPACT, contribuyen al dinamismo de diversos sectores esenciales para la economía, como lo son los sectores relacionados con la salud, alimentación, construcción, energía, agropecuario, turismo, entre otros.”
“Para alcanzar la recuperación económica, es indispensable remover los obstáculos y la incertidumbre para la industria, tanto para productores, transportistas y distribuidores. Hoy se requieren incentivos adecuados para la renovación de la flota, para que ésta genere un efecto multiplicador para el crecimiento económico. Para ello, es indispensable ajustar la NOM-044 a la realidad energética del país, hasta que se cuente con diésel DUBA en todo el territorio nacional para no generar distorsiones que impidan la renovación de la flota vehicular…”, agregó Miguel Elizalde.
“La industria requiere de certidumbre energética y, lo más importante: contar con una normativa que incentive la renovación de la flota, que no la inhiba y que genere condiciones de seguridad vial, protección al medio ambiente, derrama económica y empleo.” finalizó Miguel Elizalde.